Recuperación Económica y Reseción Inmobiliaria Posterior al COVID-19
“La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a las personas y países porque trae progresos”, dijo Albert Einstein, pero no sabemos hasta qué punto esta afirmación es real o si la actual crisis del coronavirus traerá consigo una depresión económica de dimensiones similares a la de 2008, tan reciente en nuestras retinas.
El confinamiento de la población ha provocado que la economía global se paralice. El contagio económico ahora se está extendiendo tan rápido como la enfermedad misma. Una de las claves para revertir la situación será el tiempo que tardaremos en volver a la normalidad y los mercados vuelvan a funcionar. Cuanto más tiempo tardemos en superar al virus, mayor será la recesión.
Hay varias hipótesis sobre la mesa. La primera que se barajó fue la recuperación en forma de V. Este escenario sería un rápido cambio a la normalidad después de una fuerte caída. Pero las últimas semanas han arrojado dudas sobre esta estimación. Si el brote se extiende hasta el verano, se trata de una pérdida significativa de demanda que no podría recuperarse hasta más tarde y las cadenas de suministro tardarán más en reabastecerse.
La prolongación del confinamiento, la intensidad con la que afectará a la economía, la probabilidad de un rebrote en el próximo otoño y el tiempo para desarrollar una vacuna provocan una incertidumbre excesiva, donde un futuro escenario en V, el más favorable para la economía, sería el menos probable.
A la inversa, nos encontramos con el escenario en L, el peor de los futuribles. Una recuperación lenta de la economía, si es que la hay, que perduraría durante muchos años. “No creemos que la economía global caerá en una recesión (donde el desempleo comienza a aumentar a nivel mundial), aunque el riesgo es mayor que antes de que el virus comenzara a extenderse globalmente”, según un informe de Danske Bank.
En la investigación hay un punto clave: ¿cómo actuará la población una vez termine la cuarentena? “El riesgo de crisis aumentaría si el bajo movimiento de bienes y personas conducen a una reducción significativa de la actividad económica a nivel mundial”, explican. Del mismo modo, si el miedo se apodera de los consumidores haciéndoles evitar restaurantes, hoteles, vuelos, etc, como fue el caso en China, agravaría aún más la situación.
Pero dejando a un lado las hipótesis más alarmista, la recuperación en forma de U es la más probable. La difusión del virus ha desvanecido las esperanzas de una recuperación en forma de V. Sin embargo, la propagación del virus a Europa, Asia y EE.UU. reduce el crecimiento durante más tiempo del que se suponía. En el escenario en U, las preocupaciones de virus pesan sobre los sectores de servicios a medida que las personas se preocupan más por los viajes, el transporte, eventos públicos y compras en general. Esto perjudicará tanto a la demanda como a la oferta.
“La incertidumbre planteada por el virus también afectará las inversiones hasta bien entrado el segundo trimestre”, dice el mismo informe. “Sin embargo, a medida que el miedo al virus disminuya, veremos como la producción y la demanda regresarán, probablemente a finales del segundo trimestre o , en el mejor de los casos, a principios del segundo semestre de 2020”.
Como resultado, la economía mundial pasaría por una recuperación en forma de U, más duradera que la de V, pero no tan catastrófica como el escenario L. La respuesta de la Fed, pero también de otros bancos centrales, limitará algunas de las consecuencias económicas del shock del virus. Aún así todos estos hipotéticos escenarios dependen de la prolongación del confinamiento. Una relación lógica, cuanto más tiempo tardemos en volver a la normalidad, más dura será la recesión económica.
¿Que efectos se espera para el Sector Inmobiliario?
El nivel de incertidumbre en la economía se encuentra actualmente en su punto más alto con la trayectoria de la recuperación difícil de pronosticar. Aunque no ha habido una respuesta política global conjunta, los países individuales han tomado medidas importantes para tratar de amortiguar a sus pueblos y economías durante este período difícil. Observamos las perspectivas económicas y los pasos de política, pero aconsejaríamos no poner demasiado peso en un pronóstico de un punto específico hasta que el camino futuro se aclare.
En el sector inmobiliario, podemos ver que la pandemia ha acelerado algunas tendencias ya evidentes, mientras que otras tendencias pueden revertirse. Por ejemplo, la demanda de compras en línea ha aumentado y probablemente continuará, mientras que la tendencia actual a la densificación del trabajo y el espacio vital está ahora bajo escrutinio. En todos los sectores, estas tendencias difieren y tienen implicaciones variadas para la demanda de bienes raíces. .
Comentarios
Publicar un comentario